La vida no es sino un continuo fluir de paradojas

viernes, 20 de octubre de 2017

REVERSIBILIDAD

REVERSIBILIDAD

Llegados a estas alturas del partido que se está jgando en el noreste quizá sea conveniente hacer algunas correcciones a lo que vengo diciendo y confesar algunas cosas que pueden mover a confusión, más que nada para no contribuir a ensuciar más las aguas que corren en estos momentos.

Soy catalán, más que los nacidos aquí, PORQUE YO ELEGÍ VIVIR AQUÍ y los nacidos aquí no lo hicieron, es algo que les vino dado. He trabajado y luchado honestamente por esta tierra en la que hice mi lugar de vida y existencia y la he dado todo lo que se puede dar.


Por lo tanto, me siento implicado en la locura que nos envuelve y quisiera que las cosas fueran de otra manera. Es más, nunca pensé que serían así, dado el “tarannà” (forma de ser) de la ciudadanía de aquí. Me preocupa la situación creada y mantenida por ANC, OC, CUP y demás. En unos casos porque se trata de fuerzas intervinientes que no han sido elegidas por nadie y en otros porque acudieron a un movimiento que SOLO LES PODÍA TAPAR SUS VERGÜENZAS (Ejemplo: Ayer mismo el Sr. Mas ofrecía frenar el proceso de independencia a cambio de perdonar los dislates de la antigua Convergencia y las penas impuestas a él y a unos pocos más).

Pero me gustaría que hubiera un movimiento de empatía, de entendimiento y de reconocimiento de las cosas que se han hecho mal o que han contribuido a que al final todo esté mal (por ejemplo el negado ADOCTRINAMIENTO escolar o la creación de un sentimiento xenófobo) 

Sobre todo me gustaría que se separara POLÍTICA Y SOCIEDAD. La política representa (nunca mejor dicho) un juego de intereses (partidistas, de poder o económicos o todos a la vez), mientras que la sociedad es compleja y diversa, mucho más dúctil (que no dócil). Estoy seguro que separar ambos mundos nos ayudaría a entendernos, porque los ciudadanos no somos nuestros políticos, somos MEJOR que todos ellos juntos.


Algo más: No se puede tensionar tanto a una sociedad, porque se rompe y porque alrededor provocamos que se de el mismo efecto: Nunca se han visto en todo el territorio ibérico tantas banderas del Estado Español como últimamente y nunca antes se ha buscado en los productos de consumo su origen. Y eso es malo y provoca que se confunda “el culo con las témporas” (en frase que espero se me perdone y que usan los médicos).

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