TEORÍA Y PRÁCTICA
Teóricamente está muy bien predicar la importancia de la participación social en la elección de sus representantes de los partidos políticos, para que todo emane de "las bases”. Que cada agrupación local elija su representante y dé cuentas a esa agrupación y luego, entre todos, elegir los representantes provinciales y, más tarde, a los de cada Comunidad Autónoma. Y elegir, del mismo modo, en Vistalegre o donde sea, los representantes nacionales, repitiendo una y otra vez que es la voz de todos, la decisión y la participación de todos, la que afianza las directrices de dicho partido.
La práctica, en cambio, dice que eso no se puede mantener so pena de que la estrategia y tácticas del partido en cuestión se resquebrajen o se rompan del todo. Y, a pesar de lo dicho, se ponen o se quitan las personas que ocupan ciertos puestos, según esas tácticas y se interviene desde arriba y se critican otros cargos o representantes electos bajo el argumento de que eso no concuerda con la “doctrina” actual” del líder.
Todo eso viene a cuento de la pugna interna que vienen manteniendo el líder de Podemos en Cataluña con el líder Nacional y que pone en evidencia ese título de hoy: que una cosa es predicar y otra dar trigo y que los conceptos de “casta” y “trama” con los que tanta pesadez nos predicaron, es sólo teoría.
Lo demás, si interesa, está en la prensa.
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