“TURISMOFOBIA”

“TURISMOFOBIA”

Llevamos unos días en que se ha puesto de moda hablar, ver y leer cosas sobre algo que se le ha dado en llamar “turismofobia” y que, en realidad no es más que una manifestación de xenofobia justificada por algunos casos realizados por indeseables, que se deberían resolver por la vía de aplicar las normas antes de propagarlas como algo de carácter general.

La raíz parece que se asienta en Barcelona, pero tanto da, ya está en el País Vasco, En Mallorca y en algún lugar más. Y puede extenderse como una mancha de aceite.

Es cierto que hay indeseables (nacionales y extranjeros) que se comportan como auténticos salvajes, pero ese salvajismo no es cuestión de nacionalidad y menos aún motivo para que algunos quieran tomarse la justicia por su mano, concediéndose a sí mismos la condición de policías, jueces y verdugos. Eso no se se puede admitir. Como no se puede admitir que se actúe sobre los “turistas” sin discriminación. Hay que actuar contra los abusos del turismo, que es un tema diferente, al menos desde mi punto de vista y consideración.

Hay turismo legal y formal, lo hay cultural, lo hay de sol, lo hay sexual, lo hay de borrachera, lo hay sin criterio alguno y salvaje, como hemos dicho, lo hay de cualquier color y modo de actuación, pero nadie pone remedio a los comportamientos, sino que actúa sobre las personas y eso no es de recibo.

Seguro que algo hemos hecho mal en España para tener lo que tenemos: manadas de jóvenes que parecen sacados de una jaula y cuya diversión es hacer lo que quieran, donde quieran y contra quien quieran. Son plazas que hemos “vendido así” a los operadores de turismo y NADIE se ha planteado actuar contra los grupos de hoteleros que ofrecen esos paquetes ni contra los operadores que trafican con ellos.

Tampoco podemos tapar nuestras vergüenzas diciendo que el turismo nos deja un alto porcentaje del PIB nacional. Cosa que, siendo verdad, no da para justificar muchos de los comportamientos que vemos en las zonas de playa.

Se trata de RACIONALIZAR el sistema y hacernos TODOS responsables en la parte que nos corresponde con aquellos que son la raíz del problema: pisos no registrados donde se amontonan clientes, paquetes tirados de precio para los grupos de jóvenes, sobreventa de plazas en los hoteles, alcohol para ahogar elefantes… y permisividad hasta extremos que dan náuseas.