PALABRAS INCONEXAS
No está la situación para juegos malabares, ni para alegrías, ni aún para mostrarse a través de las palabras. Es como si la “pertinaz sequía” se hubiera extendido por las bocas, las lenguas y las mentes. Tanto es así que esta entrada tendría más sentido en el otro blog, gemelo a este (Peregrino).
En algún lugar, en una pared, alguien dejó escrita esta frase: “¿De qué murió? Se asfixió con las palabras que nuca dijo” Y esa es la sensación, que yo intento evitar con este susurro. No quiero asfixiarme, pero tampoco que me asfixien y mis palabras surgen por lugares inusuales.
Esto es así porque, como he dejado escrito en alguna entrada, no toda explicación ni respuesta, casi nada de lo que esta ocurriendo, tiene sentido, ni es justo ni lógico. Esto es así porque no hay forma de vivir con esto sin que el alma se desgarre.
Soy consciente que no muere quien se va, sino quien se olvida y que corro ese riesgo, por querer “tapar con un sutil velo” la realidad.
También porque lo que no se dice se acumula, pero no desaparece, al final … lo que no decimos …nos mata.
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