La vida no es sino un continuo fluir de paradojas

martes, 20 de febrero de 2018

LAS JÓVENES MALTRATADAS

LAS JÓVENES MALTRATADAS

Tomo de un artículo de El Pais algunos párrafos de un tema que creo debe preocupar a todos y que, en última instancia, a mi me lacera enormemente, porque es un indicador de que la falsa permisividad actual está provocando estragos en los jóvenes.

Y digo falsa permisividad porque, bajo la apariencia de que todo está permitido, el lenguaje políticamente correcto y las medias mentiras o medias verdades (tanto me da) esconden muchas conductas inadmisibles para una convivencia digna.

Los párrafos son éstos:

“Los casos de denuncias por malos tratos, abusos y agresiones sexuales entre menores de edad han aumentado hasta un 25%, según los últimos datos de la Fiscalía General del Estado, con casos incluso entre niños y niñas de menos de 14 años. Los especialistas señalan que las víctimas pueden tardar años en darse cuenta de su situación y salir de unas relaciones traumáticas con una dependencia emocional parecida a la adicción a una droga”.

“La violencia de género entre adolescentes empieza “muy pronto” y “muy rápido”, explica Juan Ignacio Paz, psicólogo del Instituto Andaluz de la Mujer. Al principio, lo más común es que el chico intente ejercer un control sobre la joven con la que sale. Y lo hace no solo en su vida real sino también en sus contactos virtuales. Vigilan con quién se relaciona y las aíslan de su entorno. En una segunda fase, las víctimas pueden llegar a no sentirse libres de ponerse la ropa que quieren, dejan de usar las redes sociales o renuncian a su tiempo libre. A veces incluso se alejan de su familia.”

“Pero en muchos casos las cosas van a más. Psicólogos y educadores subrayan que es común encontrar casos de agresiones y abusos sexuales. Las chicas sienten que no pueden rechazar someterse a las necesidades de sus parejas. “No es como una obligación directa, pero es una coacción. Si pudieses, en ese momento estarías haciendo otra cosa. Aceptas para ahorrarte un problema”.

Los casos de violencia de género entre menores investigados por la Fiscalía aumentaron en un solo año de 433 a 543 (25% más), los de agresiones y abusos sexuales, de 1081 a 1271 (17%), según los últimos datos de la Fiscalía General del Estado, correspondientes a 2016. Aunque este repunte forma parte de una línea con altos y bajos en los últimos cinco años, Javier Huete, fiscal de sala de menores, no esconde su preocupación: “En muchos casos las víctimas restan importancia y disculpan al maltratador”, afirma. Añade que, en ocasiones, los familiares directos no detectan ni denuncian la situación

El fenómeno de la ciberviolencia —amenazas, y extorsiones sexuales a través de las nuevas tecnologías— también crece, según señalan los expertos consultados para este reportaje. El caso más común, explica el criminólogo Abel González, es que un joven le pida a su novia fotos íntimas o de contenido sexual explícito y cuando cortan, él le haga un chantaje emocional, como la amenaza de difundir las imágenes en las redes o pasárselas a sus amigos. Muchas veces los adolescentes no reconocen la presencia de situaciones delictivas. González recuerda que en la mayoría de los casos se trata de delitos contra la intimidad, pero si fotos o vídeos muestran contenido sexual explícito, puede considerarse pornografía infantil.

Los profesionales entrevistados señalan dos factores para explicar el aumento de casos. Por un lado, apuntan a una mayor concienciación sobre el machismo que se refleja en más visibilidad pública y más denuncias judiciales. Por otro, señalan que el modelo patriarcal tradicional está tan presente en la vida de muchos adolescentes como hace 40 o 50 años. 

“Hay chicos que me dicen que en casa el que manda es su padre y así tiene que ser también con sus novias”, asegura José Antonio Burriel, de la asociación No Más Violencia de Género”.

“Niños y niñas viven una hipersexualización”, añade la psicóloga Timanfaya Hernández, preocupada porque cada vez más jóvenes se inician en la sexualidad exclusivamente a través de la pornografía a la que acceden en Internet y que luego emulan los patrones de violencia que asimilan con sus parejas”.


Estas aportaciones de FRANCESCO RODELLA creo que son suficientes para mover a la reflexión y a poner la vista en una educación afectiva y sexual sin trapujos y sin prejuicios.

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