La vida no es sino un continuo fluir de paradojas

lunes, 26 de febrero de 2018

PORQUE NO VIVIMOS SOLOS

PORQUE NO VIVIMOS SOLOS

En alguna de mis entradas anteriores he dejado anotado que a todo derecho le corresponde una obligación, entre otras razones porque usamos ese derecho en sociedad, o sea, PORQUE NO VIVIMOs SOLOS.

Viene esto a cuento de la tan traída y llevada, aparte de mal interpretada (o interpretada según los intereses del momento o de cada quien), LIBERTAD DE EXPRESIÓN.

La Libertad de Expresión no debe peligrar nunca, debe ser un derecho unido a la propia esencia del ser humano, pero NUNCA debe justificar la AMENAZA, LA OFENSA, LA CALUMNIA, EL DEBATE O LA VIOLENCIA.

Estos días estamos asistiendo a algunos debates al respecto: La condena de un “rapero”, la prohibición de unas obras en ARCO, el secuestro de un libro…, pero, a poco que nos paremos a analizar esos y otros hechos, lo que está claro es que no ha habido recorte alguno a la libertad de expresión y menos presión política. Todos esos hechos han llevado detrás resoluciones judiciales y amenazas e injurias. Vamos, que la libertad de expresión ha existido, pero se ha usado mal (por decirlo de un modo resumido).

La crítica es buena y su expresión también, pero también es bueno amparar el DERECHO de los aludidos si esa crítica no se corresponde con la realidad. El ODIO o la VENGANZA por sí solos no son libertad de expresión legítimamente hablando. 

Muchas veces detrás de la Libertad de Expresión lo que hay es mal gusto, falta de educación y una mala interpretación de la libertad de los demás.

Y coarta más eso que llaman “lo políticamente correcto” o las respuestas violentas en las redes sociales, así como las demagogias edulcoradas de ideología hueca, que los límites que pudiéramos poner a la Libertad de Expresión.


La Libertad de Expresión tienen unos límites, lo cual garantiza su uso: LA VERDAD Y EL RESPETO.

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