AÚN QUEDAN PERIODISTAS ATREVIDOS
Cierta publicación del 2 de julio se atreve a titular un artículo de opinión “Los siete pecados capitales de Pablo Iglesias”, quizá porque se olvida de alguno más, pero el caso es ese. Y como el Sr. Iglesias tiene un rostro que no cabe el la fosa del Pacífico, pues quisiéramos dejar cuenta de ello, porque de lo que se trata es de que hablen, aunque sea mal.
Para el periodista, bajo la sabia frase de Dante Alighieri” en la “Divina Comedia”:“Yo fui creado por el poder divino, la suprema sabiduría y el primer amor y no hubo nada que existiera antes que yo, abandona la esperanza si entras aquí”, el Sr. Iglesias peca de lujuria, cierta gula (yo diría que poca), avaricia, pereza, envidia y soberbia.
No está mal. Pero, a la vez es narcisista, se cree el “enviado” (no se sabe de quién ni para qué), es represivo y vengativo, le enfada que no le den la razón, es más “casta” que nadie, (no hay más que ver las teclas que toca) y siempre se ha creído el líder supremo.
De ahí viene el que haya anotado que el periodista es un atrevido, porque… la que le puede caer encima por mancillar al líder supremo (y a mi por hacerme eco de sus palabras), aunque, de ser así, demostraría otra osa no dicha: no es demócrata ni admite la crítica.
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