La vida no es sino un continuo fluir de paradojas

jueves, 20 de julio de 2017

EL RUIDO DE CADA DÍA

EL RUIDO DE CADA DÍA

Dejó dicho Santayana que “hacer esencia del accidente de haber nacido en un lugar o en otro peca de facilismo e, incluso, de estupidez . Y es que lo más relevante no puede ser fruto de una casualidad” y nacer en un determinado sitio es casual”.

Por otra parte, ”A quienes anteponen las patrias a los hombres, las banderas a la justicia, los himnos a los sentimientos, les embarga el llanto pensando en cubrir con un trapo el féretro de los mártires. Pero no nos confundamos, sus lágrimas no son ungüento para los muertos ni bálsamo para la pena. Les emociona, tan sólo, el nombre de su patria, las notas de su himno y el color de su bandera." 
("Baza de Copas. Ajuste de cuentas", Castalia /EDHASA - Libros con historia, 2013)


No acabo de asumir que un lugar geográfico determine, en sí mismo, un honor ni una diferencia ni que la lengua deje de servir para comunicarse, porque culturas diferenciales hay en todos los lugares. ¿Hace falta tanto ruido para poner lo contrario de manifiesto? ¿En qué y a quién beneficia? ¿Sentirse diferente no lleva esencias de xenofobia?

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