La vida no es sino un continuo fluir de paradojas

domingo, 21 de enero de 2018

LA PARUXÍA DE LA POSVERDAD

LA PARUXÍA DE LA POSVERDAD

Está uno hasta la coronilla del vecino del 9º de tanto teatro, tanta pose, tanto desencuentro, tanta mentira camuflada, tanta arrogancia, tanta persistencia, tanta pesadez, tanto letargo provocado, tanto juego malabar, tanto ir y venir de datos falaces, tanta postura ante la foto… Tanto, que lo que uno siente es hartazgo y desprecio por los personajes (personajillos sería una expresión más adecuada) que se muestran bajo los hilos de los movimientos políticos del noreste peninsular). 

El muñidor de tanto barrizal se ha apartado. una vez hecho el destrozo que nos ha llevado hasta aquí intentando (se supone) tapar con ruido la trama “Pujol”. Rompió la alianza con Unió, deshizo el partido político heredado (CDC, que tiene embargadas hsta la telarañas de sus sedes), anda de juicios y de pagos de responsabilidades penales, buscó alianzas agarrándose a la cola de serpientes políticas, buscó títeres para que pusieran una cortina ante sus desatinos (que le han salido mal) y anda huido. Ahora nos quedan los secundarios, tan o más arrogantes que él.


Pero ni la acción de la justicia, ni aún menos el sentido común o la situación de sus bases o los datos de las elecciones son suficientes para mover a la reflexión, sino, muy al contrario, solo valen para exaltar su “poderío” mental (que es igual a 0).

La guerra no está solo entre la justicia y la política, lo está también entre en gobierno en construcción en el noreste y el gobierno central, entre los bloques que se han creado por la cabezonería de unos pocos  (independentistas y constitucionalistas) y aún entre el noreste y buena parte del territorio del resto de la Península Ibérica, que no entiende ya de qué va todo esto. 

Los mensajes que nos llegan (siempre interesados) de la realidad política, social y demás están tan alejados de la realidad que no es extraño que no se entiendan, porque son mensajes que maquillan mentiras y lo peor es que la “tropa” (léase creyentes) eso es lo que cree y ve, no la realidad pura y cruda.

Ninguno de los que mueven los hilos, de los que ya están implicados en procesos legales, de los que nos ha hecho viajar a un estado social inaguantable, de los que odian tanto al Estado que prefieren que se hunda aunque eso lleve aparejado hundirse ellos, los que no ven la debacle económica… nos puede sacar de esta, solo hundirnos más. 


Y dicho eso, ¿por qué estamos tan llenos de noticias del caso Gürtel y tan poco sabemos del caso Palau o del caso de los ERE, ambos juzgados en estos momentos?.

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