La vida no es sino un continuo fluir de paradojas

miércoles, 20 de diciembre de 2017

DÍA DE REFLEXIÓN

DÍA DE REFLEXIÓN

En el territorio en el que habito es día de “reflexión”, porque mañana, 21 de diciembre de 2917, hay elecciones para obtener los diputados que nos han de representar (es un decir) en el Parlamento de la “comunidad”.

Ante esa reflexión me gustaría decir algunas cosas:

La primera es que no entiendo eso de la reflexión, sobe todo porque llevamos años en campaña electoral y cada uno tiene su decisión más que hecha, unas reflexivas y otras viscerales, unas razonadas y otras sentimentales, pero fijas (al menos si hacemos caso de las encuestas (hechas a cientos) estos últimos días.

La segunda es que, aunque se trate de lo que hemos dicho (elegir parlamentarios) los electores no se lo han tomado así, y los candidatos menos. Son una especia de plebiscito (de nuevo) para ver quiénes están por la independencia y quiénes no. No vale con que una cosa esté fuera de la ley, les importa un carajo y no hace falta más que ver las manifestaciones publicas, porque nadie se esconde.

La tercera es que puedan ser candidatos personas que están sujetas a procesos judiciales y en prisión preventiva. Cuando a alguien se le priva de su libertad, por muy preventiva que sea la cosa, se le priva de esa libertad y de los derechos que conlleva ¿o no?. No soy de leyes y de sus vericuetos, pero la lógica iría por ahí.

La cuarta es que unas pocas personas han escapado a las acciones preventivas habiendo abjurado de sus posicionamientos anteriores (independencia) y habiendo puesto de manifiesto hasta por escrito que acatan las leyes. Pues bien, van diciendo lo contrario y no hay forma de que la acción judicial les vuelva a poner en la situación inicial, esto es, como si se hubieran reído del sistema jurídico. 

La quinta es que parece que se espera que unas elecciones arreglen una situación creada por los políticos (o animada, promovida o azuzada…por ellos) se supone que bajo dos principios que siempre han sido falsos o exagerados: 

  1. Los ciudadanos nunca son culpables, cuando lo son SIEMPRE, por más que nadie pueda medir el grado de esa culpabilidad (Véanse los casos del Brexit del Reino Unido o la elección de Trump en los EE.UU.) 
  2. Los ciudadanos no se equivocan y anda que no hay ejemplos que contradicen ese principio.

Aparte de que en estas elecciones se presentan los mismo elementos (candidatos) que han llevado a este territorio a una situación difícilmente solucionable y no sostenible.


Tengo más reflexiones, pero seguro que son tan particulares como éstas y no es conveniente cansar. 

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