La vida no es sino un continuo fluir de paradojas

martes, 26 de diciembre de 2017

NAVIDAD

NAVIDAD

Es Navidad y se supone que hay que dar un empujón a la ESPERANZA, una vez revisada nuestra andadura por el año pasado y vivido hasta aquí.

El panorama de las elecciones catalanas del 21 de diciembre invitan a una revisión más allá de las poses teatrales e interesadas de algunos de sus protagonistas, cuyo único valor es ese: escenificar, llamar la atención sin usar la cabeza.

Es necesario que veamos la situación en perspectiva y con claridad y sin táctica a corto plazo, vamos, más allá de la punta de la nariz.


El resumen sencillo es: ha ganado Ciudadanos, se ha consolidado el grupo independentista (aunque con serias grietas y enfrentamientos en su interior, que irán saliendo poco a poco) y el PP ha pasado al ostracismo.

En general parece que el gobierno queda en manos del independentismo (supremacismo) a pesar de sus errores (la fe del fanatismo puede más que las razones de la lógica), pero tienen que cuidar que han ganado en representantes, no en votantes, lo que debe provocar un cuidado exquisito en la toma de decisiones.

Aún queda por resolver la cuestión jurídica pendiente y supongo que habrá algo de gallardía y sentido común para acatarla, so pena de generar una sociedad difusa y confusa. Puigdemont y Mas tienen la palabra en ese sentido.

La huida de empresas no es cuestión menor, aunque corra el bulo de que solo se han sido 300. Esa huida va a generar más huecos en el trabajo y menores impuestos a recaudar, por ahora y un futuro nada prometedor.


El gobierno central y Ciudadanos no se pueden esconder. Es hora de actuar y de hacer política de Estado, no de partido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario