ALGUNAS SALVEDADES
Confieso, por si no estaba claro en todo lo que llevo escrito hasta el momento, que no me gustan los “ismos” excluyentes o que se basan en la comparación de desigualdades, esos que hacen surgir fanáticos con los que es imposible conectar racionalmente. Nadie es más que nadie y menos por algo que no se ha decidido (la tierra donde nos nacen) o que nos han imbuido (ideología, religión, arte…). Ambas cuestiones y algunas otras dependen del ambiente casual, no de decisiones personales y ambos suelen ser o plantearse como rocas impenetrables.
Tanto es así que todo se hace en contra de “otro” y parece bien, pero si lo hace el otro ESTÁ MUY MAL.
Pero no quería ir por ahí. Porque en VERDAD lo que más siento es que esas posturas nos aparten de los conocidos, compañeros, amigos, tertulianos…. Eso me atraviesa el alma. ¿Cómo podemos ser tan burros? Nótese que no hago distingos, que tanto me da de donde venga el “ismo” , sobre todos ellos pienso y siento lo mismo: TRISTEZA e IMPOTENCIA.
Creo que la amistad es la mejor medicina para los roces que produce la vida y que todo lo que atenta contra esa amistad… no puede ser bueno… nos separa y nos saca lo más primario que hay en nosotros.
Hay que creer en las personas y no en las discriminaciones o separaciones, hay que unir fuerzas para vivir mejor, hay que juzgar a todos con el mismo rasero…, hay que volver a los valores y a los derechos humanos y dejar los egoísmos a un lado. Es la vida y no hay otra para corregir los errores.
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