La vida no es sino un continuo fluir de paradojas

domingo, 19 de noviembre de 2017

DEJARNOS CON EL CEREBRO EN BLANCO

DEJARNOS CON EL CEREBRO EN BLANCO

He de hacer figurar de entrada que buena parte de las ideas que aquí se exponen vienen de la mano de una entrada titulada: “Métodos efectivos para lavarnos el cerebro”, de  Maria Merino en Comunicación y Periodismo, Psicologia Social

El lavado de cerebro, para esa autora, también conocido como reforma del pensamiento, educación, adoctrinamiento o reeducación, consiste en la aplicación de diversas técnicas de persuasión, mediante esta estrategia psicológica, el dominante obliga someter sus creencias, conducta, pensamientos y comportamiento a un individuo o sociedad, con el propósito de ejercer sobre ellos reconducciones o controles políticos, morales y cualquier otro tipo.

EL LAVADO DE CEREBRO EN  LAS MASAS se da cuando el gobierno mantiene un control social firme de los medios de comunicación de masas y el sistema de educación, y usa este control para diseminar la propaganda en una escala particularmente intensiva, con efecto global que puede lavar el cerebro a secciones grandes de la población. 

Las técnicas de lavado cerebral están documentadas desde los tiempos del Libro Egipcio de la Muerte y las utilizan los cónyuges y los padres abusivos, los psíquicos autoproclamados, los líderes de sectas, las sociedades secretas, los revolucionarios y los dictadores para someter a otros bajo su control y manipularlos, aparentemente, por voluntad propia .


Los Métodos mas usados son:

1_Cantar sin parar:
Este acto es muy usado en muchas de las religiones, en especial dentro del hinduismo y budismo, en donde la mayoría de iglesias realizan cultos con cantos de sus himnos. 
La combinación de muchas voces genera una poderosa sensación de identidad y unidad grupal y la repetición permanente de cortas entonaciones terminan por suprimir el pensamiento lógico y llevan a las personas a un estado de trance. (¿Se acuerdan de la Falange o e la más actual OJE?)

2_ Aislamiemto:
Es muy común en cualquier tipo de culto tener sitios de “retiro” en donde mantener a los miembros alejados de la influencia de amigos y familiares. Así, el aislamiento geográfico ayuda al aislamiento mental, y es más fácil manejar y lavar el cerebro de la gente. 

3_ Miedo y dependencia:
Utilizar el miedo para logra una obediencia.
Un ejemplo es el de Patty Hearst, a quien secuestraron y encerraron en un armario, y fue sometida a reiterados abusos sexuales y físicos por el Ejército de Liberación Simbionés, una organización terrorista norteamericana.
Al cabo de unos meses de este “tratamiento”, Patty Hearst se convirtió en parte de la organización, llegando a robar un banco. Ella fue un testimonio vivo de que la angustia, el miedo y luego la dependencia pueden transformar a una persona y hacer que haga cosas impensables en nombre de lo que sea.

4_ Actividad Pedagógica:
Agotar el cuerpo hasta la extenuación. Como resultado, obtienes personas muy cansadas y menos propensos a crear problemas o a discutir. 

5_ Falta de sueño:
Esta técnica basada en la fatiga, en combinación con la privación del sueño, se apoya en instruir a los miembros a seguir dietas especiales que contienen bajas cantidades de proteínas y otros nutrientes importantes. Una mezcla que termina por arruinar nuestra falta de capacidad de razonamiento

6_ Con mucho amor:
Este método trata de demostrar la máxima atención y afecto ante nuevos seguidores, corroborando una reacción psicológica muy común que es la tendencia de ser recíprocos ante comportamientos amables y generosos, a la vez que se les genera la idea de que el mundo de afuera está equivocado y es hostil.

7_ Manipulación mística:
Esta hace referencia al control de las circunstancias por parte de los líderes quienes expresan un favor divino, sabiduría sobrenatural o poderes mágicos.
En otras palabras, se auto promueven como exclusivos mensajeros de Dios y cuya opinión siempre es la correcta.


¿Suenan a alguien todos estos métodos, solo algunos…?, Pues ahí van de nuevo para estar ojo avizor.

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