UNA DEMOCRACIA SIN CORAZÓN NO ES UNA AUTÉNTICA DEMOCRACIA
Carlos GONZÁLEZ, a través de “La Danza de la Vida” nos ha dejado escrito:
"Sin una democracia de corazón, que trascienda las luchas y egoísmos partidistas, las personas pueden llegar a convertirse en marionetas de sus ideologías y fomentar así grandes conflictos sociales, en los que no se ve en el "contrario" a un ser humano, sino un mero obstáculo a nuestros propósitos. No hay auténtica democracia, si ésta no sirve para hermanar a los seres humanos y enriquecerlos a través de sus diferencias: una democracia sin corazón no es una auténtica democracia.”
Y viene que ni pintado en un día como hoy, después de haber comprobado que todos mundo está irascible, incontrolado (o muy controlado hacia la manifestación violenta). Desde el sábado a primera hora se nos vienen sucediendo manifestaciones a favor, en contra o por petición de algo, sin contar la violencia desatada alrededor de la muerte de un “mantero”, sobre cuyo hecho se ha montado una mentira que ha hecho reaccionar de un modo desmesurado a sus compañeros (a los que, por otra parte hay que felicitar por su compañerismo).
Hay que reflexionar sobre la violencia, que se pone de manifiesto en todos los espacios vitales (familia, escuela, calle, grupos políticos, parlamento, ayuntamientos, lugares de ocio…) y procuramos hacerlo, pero antes queríamos dejar eso que nos ha regalado La Danza de la Vida: "Sin una democracia de corazón, que trascienda las luchas y egoísmos partidistas, las personas pueden llegar a convertirse en marionetas”
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