DOCE DE OCTUBRE
Han pasado fechas que los medios y los políticos habían señalado como cruciales, vitales, hasta el punto de que iban a marcar todo nuestro futuro.
Está claro que cada fecha marca el inicio del resto de nuestra vida y, en ese sentido, todas son importantísimas, pero ni ha pasado nada ni se espera que pase. (Escribo pensando en la política social).
Lo digo porque la respuesta “española” al “delirium tremens” del noreste ha sido solo una pregunta, que, por obvia, solo puede significar que no se quiere hacer nada. Porque o no se sabe entender lo que se lee o no se sabe escribir lo que se quiere y eso…se debe arreglar en la escuela. Y, como no me creo que sea eso, pues es lo primero: demos más tiempo aún a este dislate a ver qué pasa.
Y lo escribo un 12 de octubre, día que debería significar algo “común” para todos, pero que, entre todos, lo estamos vilipendiando sin razón que nos ampare.
La Península Ibérica fue “encontrada” (y explotada) por fenicios, iberos, celtas, suevos, alanos, vándalos, cartagineses, romanos, galos, godos, visigodos, árabes… y otros (la memoria no da para más) y, luego de muchas explotaciones, logramos salir de aquí para ver lo que había fuera y nos encontramos con las Islas del Caribe y América, más tarde con Filipinas y algunas otras islas del Pacífico, pero eso Y SOLO ESO es malo.
Solo el hecho de que unas pocas personas se atrevieran a cruzar el Atlántico hasta encontrar “otras tierras” es motivo de cierto orgullo y eso ocurrió un 12 de octubre de 1492. Luego pasó lo que siempre pasa cuando actúan las personas, que todo lo destrozamos, como lo estamos haciendo aquí, pero eso SIEMPRE forma parte de otra historia.
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