PENSAR Y SENTIR

PENSAR Y SENTIR

He leído , en palabras de Carlos González Pérez, escritas bajo el título:  PENSAR Y SENTIR HAN DE VIGILARSE MUTUAMENTE Y APRENDER A COLABORAR ,que: 

"Es posible oprimir en nombre de la paz, marginar sin darte cuenta al que opina diferente, defender la democracia de forma no democrática .... los pensamientos únicos, vengan de donde vengan, terminan haciendo cosas como las anteriores. Los sentimientos sin discernimiento y los discernimientos sin sentimiento son trampas mortales en las que suelen caer los pensamientos únicos, que viven en la pobreza de estar aislados de la nutrición de la discrepancia: pensar y sentir han de complementarse mutuamente para no caer en extremismos y pensamientos excluyentes, siempre, claro está, desde más allá de los juicios personales."

Desde luego las palabras vienen que ni pintadas para la situación que estamos viviendo en cierta parte de la Península Ibérica (hay que ver cómo cuido el lenguaje para no herir a los “creyentes” “fanáticos”). Esa y no otra es la razón de que las haya traído a este blog, mientras ya sabemos que se aplicará el artículo ese de la Constitución, aunque aún no la respuesta de los del noreste (que la habrá durante la semana próxima y, si no, al tiempo).

He notado que muchas que las cosas que escribo son interpretadas de una forma digamos que exotérica (no encuentro otra palabra, porque para nada toman como referencia mis palabras). En vieja sabiduría, de esa que corre de boca a oído, se dice que: Entre lo que pienso, lo que quiero decir, lo que creo decir, lo que digo, lo que quieres oír, lo que oyes, lo que crees entender, lo que quieres entender, lo que entiendes…. existen nueve posibilidades de no entendernos y pareciera que a mi no me acaban de entender por alguna de ellas o por alguna más que no controlo.

A ver si aprendo a equilibrar y aclarar mis pensamientos y mis sentimientos.