La vida no es sino un continuo fluir de paradojas

lunes, 23 de abril de 2018

MACHISMO A LA VUELTA DE CADA ESQUINA

MACHISMO A LA VUELTA DE CADA ESQUINA

Supongo que todos entendemos que la violencia es algo así como el uso uso de la fuerza para conseguir algo, especialmente para dominar a alguien o imponer algo.

A la vez es fácil suponer que esa violencia se da desde los seres más fuertes a los más débiles y a través de mecanismos que abarcan algo más que una patada o un puñetazo.

Los sujetos mas “castigados” por ese comportamiento vienen siendo la mujeres y los niños que, aparte de sufrir las acciones violentas digamos que directas (acoso, golpes, violencia psicológica, violaciones…) sufren las consecuencias, como el miedo a decir nada por el carácter del maltratado o como el ser usados como moneda de cambio para justificar o continuar la escalada de violencia.


Siempre me han preocupado y ocupado los más jóvenes, entre otras cosas porque han sido la parte “invisible “ de esos comportamientos. Pasan a depender de otras personas o a servicios sociales y la sociedad se queda tan tranquila, como si se hubiera cumplido debidamente “con lo que se debía hacer. Mientras se hace un circo mediático con los padres y se escriben novelas bajo las hipótesis más peregrinas sobre los mayores a cuyo cargo estaban

He conocido mujeres entre los 18 y los 24 años principalmente, que conocen y saben, porque lo han sufrido, de lo que s denomina “acoso callejero”, lo que provoca que se muevan con autentico miedo en muchos ambientes  y reaccionen con miedo, como decía, ante piropos, miradas, persecuciones o imaginados comportamientos que les lleven a pensar en agresiones

Muchas de ellas han bajado la cabeza y han optado por ser ropas que no llamen la atención (si es que eso existe) salir solamente en grupo o tener marcado un número de teléfono en el móvil por si hay un extraño en la calle o en el portal. 
Son mujeres que TEMEN el acoso callejero, una práctica que incluye episodios de microviolencia que complican y hacen la vida psicológicamente complicada.. 

No me extraña que muchas de esas mujeres lleguen a pensar que “eso es lo normal”. Aunque no es raro que piensen así si comienzan a sufrir ese tipo de acciones desde la adolescencia.
Soy consciente que existen ya múltiples asociaciones y servicios públicos que ofrecen ayuda ante la violencia, pero la “microviolencia”, el acoso, aunque solo sea oral, el intentar pasar desapercibidas. esto es, ello poder vivi con “normalidad” son comportamientos que erosionan y que son difíciles de demostrar.


Hay que educar en y para la igualdad y hasta que no asumamos que somos iguales en todos los sentidos no habremos comenzado a poner en orden una disfunción social que tiene más gravedad y más capas de lo que parece

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