La vida no es sino un continuo fluir de paradojas

jueves, 26 de abril de 2018

MÁS SOBRE VIOLENCIA

MÁS SOBRE VIOLENCIA

Hay temas sobre los que cuesta escribir pero que uno se ve impelido a hacerlo ( y repetirse) porque no se pueden poner velos a la realidad y porque, en definitiva, nos gustaría que nunca ocurrieran. Esa es la razón para volver / seguir con la violencia juvenil.

La culpa (si se puede decir así) o el motivo está anotado en el informe Anual de la Fundación Anar que señala que que entre 2009 y 2016 se han multiplicado por 10 los casos de violencia de género y que, solo entre 2014 y 2015 hubo un aumento del 35% de esos casos.


Lo peor de todo es la constatación de que van en aumento los casos de violencia entre menores (318 casos de menores en 2015, el 85% de los cuales eran españoles). Peor aún: en el 50% de los casos los infractores (agresores) tenía menos de 18 años. 

Hay datos adicionales que tampoco animan al optimismo: El 53% de las jóvenes menores cree que el hombre debe proteger las mujeres y el 80% de ellas afirma conocer actos de violencia entre parejas de su edad.

En otro informe (INE 2015)  se constata que 9 de cada 10 menores admite ejercer violencia psicológica con su pareja. 

El último componente al que quisiéramos referirnos es que el 70% de los menores confiesa sufrir violencia a diario y desde hace tiempo (un año aproximadamente) y que el ACOSO ESCOLAR va en aumento.

La mencionada Fundación Anar recoge unas recomendaciones para los padres que quisiéramos ayudar a difundir:

•Tenga en cuenta que el castigo físico genera daño en su hijo/a y cuestiona su dignidad como persona, no su comportamiento inadecuado.
•Su hijo/a le tendrá miedo y aumentará la distancia emocional con usted.
•Le está enseñando a su hijo a ser violento si usted lo es.
•Usted puede ser un modelo de autoridad sano si no incluye ninguna forma de violencia en sus sanciones, si cuestiona la conducta pero no a la persona, si ofrece un ejemplo adecuado de comportamiento, si es capaz de darse el tiempo que necesita para sancionar razonablemente a su hijo/a.
•Utilizar la violencia en su repertorio de acciones posibles para sancionar la conducta de su hijo/a supone un fracaso y desvela una falta de habilidad. Usted siempre tiene la oportunidad de identificar su error, corregirlo y pedir ayuda para superar sus dificultades.

•Procure buscar ayuda si usted como padre identifica que: tiene pocas habilidades para resolver conflictos, ha sido víctima de maltrato/abuso en su infancia y considera que esta experiencia le puede afectar, reacciona excesivamente ante los estímulos incómodos, presenta poca tolerancia ante situaciones estresantes, tiene dificultades para gestionar sus propias emociones, tiene problemas de adicción.

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