La vida no es sino un continuo fluir de paradojas

sábado, 17 de junio de 2017

A GRANDES MALES, GRANDES REMEDIOS

A GRANDES MALES, GRANDES REMEDIOS

Dicen las crónicas en la prensa de este último jueves (15 de junio) que, ante la ola de calor que se está sufriendo en Madrid en estos días y lo que se espera, que los alumnos del sistema educativo obligatoria deben fabricarse abanicos de papel para soportar el calor. La cosa es más que anecdótica, pues esas mismas crónicas recogen el dato del ingreso hospitalario de un buen número de alumnos por ataques de calor.

No sé medir el grado de confort que se puede alcanzar con ese artefacto, pero barato es. Entiendo que no se caiga en la demagógica solución de pedir aire acondicionado (por ahora) para todas las aulas de los centros educativos y que se propicie la toma de iniciativa de los alumnos pero… la cosa tiene su guasa, porque seguro que los alumnos ya habían caído en esa solución.

Ahora sabrán algunos padres la razón por la que en España las vacaciones de verano duran dos meses (julio y agosto) y algún día de junio, sin que eso signifique los días escolares sean menores que los del resto de países. Es el calor y la imposibilidad de dotar, para un mes o menos, de aire acondicionado a todas las aulas del país. Los abanicos y los ventiladores pueden paliar algunos efectos y también el cambiar las actividades.

No se evitan algunos mareos de esos que aparecen en estas ocasiones, ni algunas lipotimias… pero es una solución viable, aunque haya salido de la cabeza (no se sabe si actuando en soledad o en compañía) de Jesús Sánchez Martos..


En este, como en otros casos, hacemos una tormenta en un baso de agua. No siempre ha habido ni calefacción ni aire acondicionado en las aulas y, mal que bien, se ha aguantado, incluso en la época en que había que ir con corbata y chaqueta a los exámenes. Pero parece que no solo los tiempos cambian, sino la materia prima de la que están fabricada la raza humana o su aguante.

No hay comentarios:

Publicar un comentario