LA MADUREZ QUE NUNCA LLEGA

LA MADUREZ QUE NUNCA LLEGA

En los últimos tiempos van teniendo cabida en muchas publicaciones y estadísticas el hecho de que la sociedad, los elementos de esa sociedad, tardan más en MADURAR. Hasta tal punto que ese hecho de la infantilización social se viene dando como una de las características de la sociedad esta que estamos viviendo.

Ser JOVEN sigue siendo el icono al uso, no hay más que fijarse un poco en la propaganda o en el aumento de las cirugías para “parecerlo”. Con ello hemos cambiado el modelo a imitar: de ser los adultos los modelos de los jóvenes, han pasado a ser los jóvenes los modelos de los adultos. No es extraño pues el adjetivo de INFANTILIZACIÓN que antes anotábamos.

Cuando antes se estudiaban las edades de las personas dentro de la denominada Psicología Evolutiva, se creía que los 18 años señalaban el paso a la vida adulta o, en última instancia, los 21, por aquello de normalizar algunos modelos. Que no se asuste nadie, antes fueron los 12 años, más tarde los 14, después los 16… son acotamientos artificiales que tienen que ver más con la cultura del entorno que con la madurez en sí misma (aparte de con la biología, pero esa camina por su cuenta).

De ese modo, los padres y representantes de todo tipo  se cuidan mucho de vivir las experiencias de las jóvenes generaciones, para que no se mancillen ni aprendan nada que les pueda molestar y, mientras se viven más años, se viven menos experiencias, esto es, SE MADURA MUCHO MENOS.

Pero ¡VOTAN! y con su voto reconducen mi vida, cuando a los jóvenes (hablar en general es atroz, porque hay jóvenes de muchos tipos, pero los BUENOS suelen ser muy discretos y no aparecen en los medios) les falta “horno”, reflexión, referentes, entendimiento… y les sobran manías, frases hechas, impulsos viscerales… Y no solo votan, han impuesto un modelo de representante: joven, claro; apuesto; lleno de tópicos; con pocas o ninguna idea…

Los libros son un rollo, hay que divertirse, entretenerse y hasta hay un movimiento pedagógico que dice basar la enseñanza en el juego ("gamificación" le llaman a eso, para que suene bien o bien extraño, porque “game” es una palabra anglosajona que significa juego, que debe haberse perdido en el diccionario)

Y ¿alguien se extraña del populismo”. El populismo de hoy es puro infantilismo