CUARENTA AÑOS
El 15 de junio se han cumplido 40 años de las primeras elecciones democráticas en España, después de una dictadura de casi otros tantos años.
Algunos las vivimos con especial intensidad y colaboramos, en la medida de nuestras fuerzas, en que ese hecho funcionara y trajera paz y tranquilidad al pueblo español. Para ello se esperaba contar con tres líneas de fuerza: DEMOCRACIA, EUROPA, PASAR PÁGINA.
Es cierto que eran otros tiempos, entre otras cosa porque aquel hecho propició que hubiera cambios positivos en el pensar, ser y hacer de los españoles y también porque la visión de los que vivimos y nos implicamos en aquello no solo era diferente, era de personas más jóvenes, sino que teníamos ojos brillantes de emoción, conscientes como éramos de la importancia del momento.
Pero vistas las imágenes que estos días traen o aportan los medios, leídos los comentarios al respecto… hay que asumir que aquellas personas , afiliadas o no a partidos políticos ERAN OTRAS PERSONAS, con un espíritu diferente, con unas ganas diferentes, con una ilusión que hoy ni se ve ni se espera.
Vista la película con la distancia del tiempo, pero con la seguridad que da no haber dejado de estudiar el fenómeno social, uno echa de menos a aquel Partido Comunista, a aquel PSUC (Partido Socialista Unificado de Cataluña), a aquel PSOE, incluso a aquel CDS (Partido Democrático y Social). EL CDS actuó de punta de lanza para romper las viejas estructuras, pero la fe del resto fue la que empujo esa lanza y la que ayudó a construir el período más importante y largo, social y políticamente hablando, que ha tenido España desde que los seres de Altapuerca correteaban por los campos de Burgos.
Esta entrada va por ellos, por aquellos líderes y aquellos afiliados (a los hay que añadir a los de UGT y CC.OO.) y a todos los que, de forma anónima pero generosa, pusieron todo de su parte para que cuarenta años después sigamos pudiendo hablar de estas cosas.
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