PARADOJA DIGITAL

PARADOJA DIGITAL

La aparición de las tecnología de la comunicación han hecho revivir las viejas paradojas que se vienen sucediendo con la aceptación o rechazo de todas las que han ido afectando directamente a los seres humanos: máquina de vapor, teléfono, telégrafo, ferrocarril, auto…. En todos los casos ha habido OPTIMISTAS Y CATASTROFISTAS, eso esto, defensores a ultranza y detractores que demonizaban cada nueva conquista, en ambos casos con una polarización irreconciliable.

Es posible que ese hecho tenga que ver no con la tecnología en sí, sino con la actitud humana y con el miedo a que LOS DEMÁS hagan un uso que NOS AFECTE GRAVEMENTE, aparte de también con la cultura de las personas o grupos, como es lógico.

Las TIC han ahondado en el MIEDO: miedo a no estar informado, por ejemplo, si apago el teléfono inteligente, miedo a que mis amigos hagan algo de lo que yo no tenga información, miedo a que me aíslen, miedo, incluso a no estar dentro de un grupo de watssapp y no responder inmediatamente… Es un miedo un tanto atípico, porque mientras se da no nos damos cuenta de que dejamos de enterarnos de lo que ocurre alrededor.

Es tan cerval ese miedo que si algún día se nos queda en casa el teléfono celular o móvil es como si el mundo se hubiera acabado. Es un miedo irracional.

Pero, en la otra cara de la moneda, está el miedo a que la tecnología no solo nos supere, sino que nos pueda reemplazar, a que cualquier pirata nos pueda descubrir todo lo que hacemos,  porque, en definitiva, los nuevos medios alteran nuestro equilibrio, nuestra zona de confort o nuestra rutinas de confort. 

Ambas posturas son humanas y comprensibles, pero ¿acaso el ser humano ha de ser un ente pasivo ante las tecnologías? ¿ha de depender de ellas y no al revés?

Los cambios vienen con el aumento del conocimiento y eso es imparable, por lo que el cambio y adaptación  han de ser constantes.