DEMONICEMOS, QUE ALGO SACAREMOS

DEMONICEMOS, QUE ALGO SACAREMOS

Estos días hay un par de temas que llenan el espacio de los diarios digitales y buena parte del papel de los diarios tradicionales.

Uno se refiere a la “fortuna” del tal MOIX, ya ex-fiscal anticorrupción, poseedor, según las noticias, de una parte de una empresa radicada en Panamá. Una vez puestos los dientes en la presa nadie ceja en el empeño de sacar bocado, cuando está acreditado que ese señor (aportando sus declaraciones a Hacienda) hizo transparente su herencia en España y ha pagado los impuestos establecidos. Pero la cuestión en estos casos es la de siempre: no importa que seas honesto, también que lo parezcas y puedas demostrarlo y, en este caso (luchas intestinas por medio) es difícil parecerlo con cosas en lugares sospechosos, como es el caso de Panamá.

Hay que decir que parece que la verdad NO IMPORTA, importa sacar “tajada” de algo, pero sin necesidad de mucho esfuerzo y que no se hagan transparentes todas las cosas, por ejemplo la cuadrilla que anda removiendo el cieno, que también tenemos derecho a saberlo.

En este y en otros casos no estaría de más recordar la frase bíblica: “Quien esté libre de pecado que tiene la primera piedra”.

La otra se refiere al hecho de que el ciudadano RAJOY tenga que declarar en persona o tecnológicamente en un juicio en el que ha sido requerido como TESTIGO.

Es cierto que LO NORMAL es que ese ciudadano y TODOS lo tengamos que hacer  PRESENCIALMENTE. Así debería ser, con alguna excepción, por ejemplo estar hospitalizado. La cosa no merece más comentario. Ahora bien, ¿cómo es que los que ahora chillan estuvieron callados cuando declararon a distancia ciudadanos como MAS, ERREJÓN, BESCANSA… y un largo etc.?

Comparto los argumentos efectuados por dos de los tres jueces del caso, pero tengo esa duda: ¿Por qué se aplica distinta vara de medir?. De no aclararme tendré que dudar de la JUSTICIA (aún más) y eso no me gusta, entre otras cosas porque creo y defiendo la SEPARACIÓN DE PODERES como gran legado de la Revolución Francesa (de los “enciclopedistas”).

Por otra confieso que debo andar espeso, no sé la razón por la que unos representantes del poder (jueces, fiscales, policías, periodistas, ….) puedan ponerse en tela de juicio por ser nombrados por un partido político y otros, nombrados por diferente partido, NO. Suponía que hemos de juzgar a cada uno por lo que dice y hace y que son merecedores de un cargo los mejores. Pero ya digo que debo andar espeso.